Regresa el agua de la montaña

Tras desempañarse por un tiempo en el campo profesional de inversiones bancarias, Kristian E. Riefkohl optó por encaminarse hacia su verdadero sueño de convertirse en empresario, y tomó la decisión de explorar posibilidades con la compra de la embotelladora de agua, La Montaña.
Dicha adquisición representó -entre la adquisición y las mejoras a la propiedad, y la compra de maquinaria- una inversión de $1.5 millones, con la visión de llevar la empresa a otro nivel. Inicialmente son 15 los empleos creados, pero una vez comience formalmente la operación regular en junio, se sumarán otros 30 trabajadores, entre vendedores y distribuidores.
“Luego de María estuve ayudando en varias organizaciones y regresó mi inquietud de buscar un negocio que me ofreciera la oportunidad de seguir creciendo. Es entonces, cuando tras evaluar varias opciones, opté por el negocio de agua y bebidas, de cara al cambio que se ha generado en la población de tomar productos más saludables, donde el agua es uno de los principales”, explicó Riefkohl.
Uno de los factores que también lo movió a comprar La Montaña fue tener una marca con reconocimiento, la cual necesita reenfocarse y esto le permite trabajar para colocarla nuevamente en el sitial que ocupó por muchos años, antes de la entrada de decenas de marcas en su categoría en el mercado local.
“A eso queremos regresarla, a lo que era hace unos años atrás. Para mí, esta adquisición ha representado una oportunidad esperada de empleo, y para la empresa, su oportunidad de crecer y adquirir valor”, expresó el empresario de 36 años.
La planta fue adquirida en septiembre de 2018 y desde entonces ha trabajado con su equipo en las reparaciones necesarias para poder iniciar la producción. En la primera fase producirán tres tipos de aguda: la mineral, la única con un proceso externo de filtración; el agua premium, purificada en un 99.99%, totalmente libre de minerales, y el agua alcalina, reconocida por su alto nivel alcalino.
“El agua alcalina se reconoce porque a ayuda aumentar el nivel de aire en sangre, lo que beneficia a los atletas y ayuda a los pacientes de Cáncer”, detalló, y mencionó que no descarta que, antes de finalizar este año, hayan incursionado en la venta de agua con sabores y agua con gas.
“Nuestra ventaja sobre la competencia estriba en tratarse de un agua hecha en Puerto Rico, un agua natural sacada de nuestros pozos. Nosotros contamos con pozos naturales en nuestras facilidades, lo que hace de nuestra agua una distinta, pura y natural, que venderemos al mismo precio que la competencia”, añadió.
Desde sus orígenes, Agua La Montaña se distinguía porque su proceso comenzaba a 700 pies bajo tierra. De ahí, de ese inmenso manantial natural, bombeaban el agua, la cual era purificada por la tierra, que es su filtro natural. No obstante, una vez el agua llegaba al sistema (donde es traída mediante una gran tubería), se pasaba por un filtro de arena que eliminaba cualquier partícula y posteriormente se le aplicaba el tratamiento de rayos ultravioleta.
Riefkohl proyecta, que al finalizar el año ya su agua alcalina ocupe la cabecera en ventas, y sus restantes productos –el agua mineral y la Premium- hayan crecido lo suficiente para figurar entre las primeras marcas en la Isla.
Visión hacia la exportación
En el tema de exportación, el empresario destacó que por el momento evalúan cuáles son las oportunidades posibles para su variedad de productos en la región del Caribe, en particular en aquellas islas más pequeñas cercanas a Puerto Rico.
“Por el momento lo contemplamos para el próximo año. En torno a los Estados U nidos, me gustaría, pero exportar a ese otro mercado es muy costoso, por lo pesado del producto. En vista de ello, lo tenemos en agenda, pero en un plazo más lejano”, afirmó, y dijo que también exploran la posibilidad de incursionar en la elaboración de jugos, que igualmente podría ser un producto exportable.
Riefkohl destacó que cuenta con equipo entusiasta, que confía en que podrán devolverle a La Montaña el sitial que ocupó por años y comentó que el apoyo a las empresas locales es vital para el desarrollo de la economía de la Isla.
Fuente: El Vocero